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¿Tengo hábitos de gastos saludables?

Todas las personas somos  esclavos de nuestros hábitos, por lo tanto, es muchos más sabio tener hábitos de éxito en vez de hábitos que nos lleven al fracaso. Esta es una afirmación que resulta muy sencilla de entender; sin embargo, cuando hablamos del manejo de nuestro dinero, ésta cobra un nivel de máxima importancia. Los problemas de dinero se asemejan a pequeños copos de nieve.  Un pequeño copo muy difícilmente puede representar un problema, pero cuando se juntan muchos copos de nieve, pueden crear una avalancha, la cual es muy difícil de  controlar.

De la misma forma, una mala decisión financiera puede que no te lleve a la quiebra, pero la suma de decisiones financieras erradas sí lo harán, y lo más preocupante resulta en que estas malas decisiones obedecen a un patrón financiero que llevas instalado en tu subconsciente y que determina una forma particular de operar respecto a las decisiones con tu dinero.

Cada persona ha desarrollado  su propio “patrón financiero”, es decir, tiene una forma  definida de relacionarse con el dinero. Este patrón financiero en la mayoría de casos se forma mayormente en casa, (entre los 5 y los 16 años), y es resultado de las experiencias que como niños y adolescentes hemos experimentado en temas relacionados con el dinero, y está conformado principalmente por todas las experiencias  que  viste, oíste y sentiste respecto al dinero.

Por ejemplo, si tu niñez  estuvo marcada por recuerdos de peleas entre tus padres por temas de dinero, por navidades con estrés respecto al  dinero, y siempre en una realidad en la cual el dinero escaseaba, pues muy probablemente tu patrón financiero  será diferente al  de una persona en la cual el dinero no representó un problema, y muy por el contrario, trae recuerdos felices respecto al uso del mismo y a los momentos de unión familiar.

Los patrones financieros salen a flote sobre cuando tienes que tomar decisiones  de gastos

Los malos hábitos del  gasto pueden representar una  avalancha de nieve en nuestras finanzas personales cuando   obviemos (o descuidamos) dos factores relevantes:

1. Presupuesto

La mayoría de personas que trabaja  NO confecciona un presupuesto familiar.  En el mejor de los casos, creen que  porque tienen los  números claros en su propia cabeza,  sus hábitos de gastos van a ser saludables. ¡Gran error! La ventaja de un presupuesto no solo es  ordenarnos en nuestra estructura de ingresos y gastos,  sino que nos debe permitir diferenciar de qué cuenta sale el fondeo para los  gastos.

En mi caso, y como ejemplo,  mi presupuesto familiar cuenta con al menos 5 cuentas de orden: Necesidades básicas, educación, entretenimiento, ahorro a largo plazo y libertad financiera.

Ninguna persona necesita tener un conocimiento matemático o financiero elevado para ser ordenado con su dinero, pero si piensas que  no confeccionar tu presupuesto, o considerar inútil hacerlo porque “tienes todos los números en tu cabeza” son  razones suficientes para el desorden financiero.

2. Deuda Buena versus Caprichos

Una de las reglas de Oro de la Finanzas personales es: No gastes más de lo que ganas.

A pesar de lo simple que parece la afirmación, más del  80% de familias latinoamericanas, gasta más de lo que gana, y el problema radica en que las deudas en la que incurren las familias (principalmente vía tarjetas de crédito y créditos de consumo), no solo tienen tasas de interés muy altas, sino que han sido utilizados para financiar  CAPRICHOS, destacando los viajes familiares, autos nuevos, y artículos de lujo para el hogar.

A pesar de que cada persona se merece vivir en el mejor estatus quo que pueda (para ello justamente trabaja), lo que sucede en la vida real es que  por desconocimiento y falta de planificación están hipotecando su futuro financiero a manos de los bancos y empresas de crédito. Prácticamente terminan trabajando para ellos.

Albert Einstein dijo alguna vez: “El interés compuesto es la octava fuerza más poderosa del universo”, y no le faltaba razón.  El poder del interés compuesto avanza en progresión geométrica.

La pregunta que tienes que hacerte es: ¿Tienes las tasas de interés trabajando a favor tuyo, o en tu contra? La gente se pasa más de 40 años (toda una vida laboral) trabajando para terceros y siempre impedida de tomar control de su propio futuro financiero.

Es cuestión de orden, disciplina y que  pongas en práctica un consejo  final que te permitirá tener una vida financiera saludable: Aprende a postergar la gratificación. Pequeños cambios en tus hábitos de gastos, tales como el orden y la disciplina, pueden generar enormes resultados en tus finanzas personales y tu riqueza

¡Éxitos en tu futuro financiero!

Crysthian Tapia

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